7 oct 2011

¿Yo te creé? Ann... (parte 2)

…Y entoncesél confundido le dijo que no tenia idea de lo que hablaba, ella le contesto, ¿Queacaso ya lo olvidaste? ; eso lo dejo mas confundido y en un momento llego apensar que seria una de esas amigas de alguna parte de sus estudios, quizás deaños atrás y por eso no la reconocía, y en un gesto amable de su parte lepregunto su nombre, al parecer eso irrito mas a la joven, y entonces se acercohacia el y tomándolo de los hombros lo sacudió mientras le decía, Eso es lo quequiero que me expliques!!; el grito llamo la atención de toda la gente yentonces ella se dio la vuelta un poco apenada y se alejo lentamente, mientrasvolteaba de reojo, él sentía la mirada de toda la gente, y sin voltear a ver lajoven, se alejo, mientras iba pensando en lo que acaba de pasar. La idea de quetodo había sido una simple confusión, era lo mas lógico para el, pero no dejabade pensar en ese rostro, y así fue durante su trayecto, y entonces sin darsecuenta olvido por completo lo sucedido.
Durante unade sus clases, tuvo un poco de dificultad para entender el tema, y entoncesvino a su mente el recuerdo de aquella que lo había dejado con el corazóndestrozado, ya que aparte de ser pareja sentimental, lo eran también deestudio, y simplemente no se explico lo ocurrido, sintió como poco a poco fuedesapareciendo del mundo, y quedo inmerso dentro de sus pensamientos, hasta queel compañero de al lado le pregunto si se encontraba bien, él solo le sonrió,entonces trato de concentrarse en su clase.
Alfinalizar sus clases, realizo su ruta diaria para llegar a casa, pero fue ungran error, todo ese recorrido estaba plagado de recuerdos donde se encontrabaella, el lugar donde se conocieron mientras ella iba con sus amigas, la cafeteríadonde se sentaban y se tomaban de las manos mientras se contaban su día, lapared en donde el siempre le robaba besos, la parada del transporte en dondelos 2 juntos dejaban pasar 4, 5 o 6 veces el transporte que los llevaba a casay usaban como pretexto la ausencia del mismo para pasar mas tiempo juntos.
Al llegar acasa, la comida estaba servida, él simplemente no tenia ánimos de nada, así quepaso directo a su habitación y se encerró, se tiro a la cama, puso su vista enel techo mientras se preguntaba porque le había ocurrido todo eso, analizaba lassituaciones y problemas, pensando en que el del problema había sido el, yentonces se giro y abrazo su almohada y comenzó a llorar, en silencio dejo quesus lagrimas recorrieran su rostro para terminar en la almohada, esa almohadaque había sido su compañera durante las noches en que el soñaba a su gran amor,una almohada que estaba llena de ilusiones, de sueños, de esperanzas en unfuturo juntos, y que ahora se convertía en su pañuelo de lagrimas. Así pasaronun par de horas, hasta que alguien llamo a la puerta, era su madre que lepreguntaba que era lo que estaba haciendo, a lo que el le contestó, Solo hagomi tarea, tengo muchísima que hacer; y entonces escucho como su madre se fuealejando, y el llego al punto en que sus lagrimas terminaron y quedo dormidoabrazando la almohada, sin hacer tarea, sin siquiera quitarse la ropa paradormir.
A la mañanasiguiente, justo cuando iba de salida, su madre le dijo, Pobre de mi hijo,seguramente te desvelaste con tanta tarea, mira nada mas las ojeras que tienes;a lo que el solo le sonrió, y salio de casa, la madre nunca se imagino por loque el estaba pasando. Él continuó su camino mientras pasaba por el lugar endonde el día anterior, según el, había sido victima de una confusión, y dejo elhecho a un lado.
Las clasestrascurrieron sin novedad alguna, hasta que sin querer saco su cuaderno dedibujo para distraerse, y al abrirlo, vio el rostro que noches atrás habíadibujado…

¿Yo te creé? Ann... (parte 1)

...En ti encontré a la mujer perfecta para mí; le seguía diciendo, así arrojados en la hierba, como se encontraban, ella trató de esbozar una sonrisa, pero en realidad le dolía escuchar lo que le parecían palabras sin sentido; eres lo que nunca había soñado, pero siempre quise; continuaba y sin avisar ella se safó de su brazo, tal vez se cansó de escuchar que describía a una mujer incorrecta, en un movimiento rápido quedó de pie dándole la espalda y le dijo; ha sido suficiente, no llegaremos a ningún lado si sigo... si seguimos soñando que somos el uno para el otro; la chica perfecta de la que hablas no soy yo, ¡no existe!
Ella ni siquiera se giró para que él pudiera ver su rostro, al terminar de decir ésto comenzó a caminar y se alejó dejándole de manera inesperada el corazón roto y confundida la mente.
Él se quedó acostado por horas, tal vez aún no le quedaba claro lo que acababa de suceder; de un momento a otro sintió ganas de girarse y acurrucarse, para poder llorar sin que nadie le viese y así lo hizo, lloró hasta quedar dormido.
No se dio cuenta del tiempo que había pasado hasta que un oficial sacudió su hombro mientras pronunciaba palabras que él comenzó a comprender cuando se despertó casi en su totalidad; joven el parque está por cerrar, debe salir de aquí; ¿Está ebrio?, ¿Se siente bien?; el oficial lo miraba con recelo y le observaba de manera insistente lo ojos era obvio que los traía rojos e hinchados, pero no por la razón que el policía imaginaba.
¡Estoy bien!; dijo en tono ausente y se incorporó de prisa, aventó la mano que el oficial había posado sobre su hombro y se encaminó a la salida sin decir más.
Caminó hasta su casa, corrió hasta su habitación y se arrojó sobre la cama se quedó inmóvil un momento hasta que las lágrimas lo acosaron de nuevo, tras evitarlas se levantó. Se negaba a permanecer triste, ella ni siquiera le había dado tiempo de sentir nada, por un momento se sintió iracundo, con ganas de gritar, pero después sólo pudo sentir pena por sí mismo; eres un idiota enamorado y no correspondido; se dijo y se juró que no le volvería a pasar.
se acercó al ordenador pero optó por no encenderlo, en vez de eso tomó su cuaderno de dibujo y al ver que todo estaba inspirado en ella comenzó a arrancar las hojas hasta que encontró una en blanco y sobre esa se dispuso a trazar cosas al azar. Luego de horas de estar haciendo garabatos distinguió entre las formas un rostro que llamó su atención, al poco tiempo se encontraba borrando los excesos y perfeccionando lo que terminaría por ser el retrato de una mujer.
Se sintió satisfecho de su esfuerzo, el dibujar lo había hecho desahogarse, aun se sentí herido, pero al menos esa noche no pensaría más en lo que había pasado.
Trató de dormir, pero su sueño fue invadido por el rostro que había dibujado, pensó que era por que había pasado muchas horas detallandolo y casi por inercia dijo; así sería mi mujer perfecta.
Al día siguiente se dispuso a seguir su rutina, acomodó sus libros en la mochila y salió de casa, trataba de no mirar a nadie, pero una chica llamó su atención, parecía perdida pues caminaba entre la gente mirando a su alrededor, como buscando reconocer algo; a él la cara de la chica le pareció familiar. Sus miradas se cruzaron de forma inesperada y ella al verlo corrió hacía él como quién se reencuentra con un viejo conocido, ella lo miró fijamente durante un rato y después enfadada se dirigió a él; Tienes mucho que explicarme, dime por favor qué es lo que hago aquí;
el chico se quedó absorto, no alcanzaba a comprender por que la joven se había acercado, y en segundo reconoció en ella el retrato que la noche antes había elaborado.
 
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