Una habitación, dos
personas, una victima de si mismo y la otra victima de sus actos; un día que
esta por terminar, el atardecer parece ser la imagen perfecta que interpreta lo
que nadie se imagina; un descuido que inicio en el olvido, terminando en el
presente de un futuro que aun no llega; un silencio abrumador en la casa,
adornado de un llanto incontrolable; en el piso de la habitación una hoja
arrugada que guarda entre líneas un mensaje revelado demasiado tarde, que se
mantuvo en secreto en espera de una reacción, en la cama se encuentra aun
inconsciente, sobre su pecho ella sigue llorando, lo único que puedo hacer es
observar la situación...
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